Escribo estas líneas apenas unas horas después de volver de un viaje relámpago a Sevilla. La primavera, cuando aún faltan unos días para su entrada oficial, ya apuntaba con toda su fuerza y los campos verdeaban intensamente. Hacía un par de años que no visitaba Sevilla y algunos proyectos de entonces son ya una realidad importante para la capital de Andalucía.
Me sirve ésta circunstancia para reflexionar como han cambiado y siguen cambiado las cosas. Quizás la lejanía te hace dar cuenta de los cambios importantes que pueden pasar desapercibidos para los que los viven el día a día. Los cambios han sido muchos, en Andalucía y en Cataluña, en los últimos años. Nadie reconocería hoy las ciudades y los pueblos de antaño, ni la forma de vida de la mayoría de los ciudadanos. Nuestros niveles de bienestar han aumentado de manera importante y, a pesar de la difícil situación económica que vivimos, podemos seguir disfrutando de unos pueblos y unas ciudades envidiables.
Sabemos que todo eso ha sido fruto del esfuerzo de mucha gente, de años de trabajo incansable y de muchos sacrificios. Pero estamos satisfechos del camino recorrido, y orgullosos a nivel personal e institucional de haber contribuido a esos cambios en positivo.
Me gustaría que estos momentos de reencuentro de rodeños andaluces y catalanes, tengáis un instante para recordar el camino recorrido. Sin nostalgia y con la mirada puesta en lo mucho que nos queda por hacer. En lo mucho que haremos sin duda con esfuerzo y con trabajo. Orgullosos de lo que hemos hecho, de lo que estamos haciendo y de lo que, sin duda, haremos juntos.
Me sirve ésta circunstancia para reflexionar como han cambiado y siguen cambiado las cosas. Quizás la lejanía te hace dar cuenta de los cambios importantes que pueden pasar desapercibidos para los que los viven el día a día. Los cambios han sido muchos, en Andalucía y en Cataluña, en los últimos años. Nadie reconocería hoy las ciudades y los pueblos de antaño, ni la forma de vida de la mayoría de los ciudadanos. Nuestros niveles de bienestar han aumentado de manera importante y, a pesar de la difícil situación económica que vivimos, podemos seguir disfrutando de unos pueblos y unas ciudades envidiables.
Sabemos que todo eso ha sido fruto del esfuerzo de mucha gente, de años de trabajo incansable y de muchos sacrificios. Pero estamos satisfechos del camino recorrido, y orgullosos a nivel personal e institucional de haber contribuido a esos cambios en positivo.
Me gustaría que estos momentos de reencuentro de rodeños andaluces y catalanes, tengáis un instante para recordar el camino recorrido. Sin nostalgia y con la mirada puesta en lo mucho que nos queda por hacer. En lo mucho que haremos sin duda con esfuerzo y con trabajo. Orgullosos de lo que hemos hecho, de lo que estamos haciendo y de lo que, sin duda, haremos juntos.
Text que vaig escriure pel programa de XV Encuentro de Rodeños en Cataluña.
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